Anuncios para chicas

octubre 18, 2009

Un amigo de la infancia se extrañaba hace un tiempo (y con mucha más gracia que una) de cómo la propaganda de unos cereales extraía de raíz a los hombres de ese mundo especial que a las que los ingieren se les promete. O para ser más sincera, se nos promete. Pues la que supra y suscribe es una consumidora contumaz de estos cereales y lleva la mitad de su vida desayunándolos.

M., amigo, si los hombres no estáis invitados a este club exclusivo es, ya lo sabes, porque las potenciales compradoras de los cereales en cuestión somos las hembras, por más lesbianas y feministas que digamos ser. Y esto es algo de lo que no has de quejarte. Es decir: el mensaje que te trasmiten es CUÍDATE. Ten un cuerpo esbelto. No te pases ni un milímetro de la raya. Compra compra compra NUESTROS cereales. Nuestra marca no fabrica para otras. Nosotros somos los salvadores. Los que te salvarán de la gordura.

Nadie quiere ser gorda.

A Dios gracias (ya, ya sé que no es gracias a Dios, pero podemos dárselas a ÉL) los hombres no estáis sujetos a una normativa estética tan estricta, castrante y neurotizante como nosotras. Por eso no os bombardean con anuncios para estar delgados flácidos o arrugados. Al menos no todavía, y espero que esto jamás se ande. Me parece antievolutivo, antiético, antirracional, antipersona, antipatiquísimo. Aunque también he aprendido a golpe de frustración que no todo tiene que ir en función de mis caprichos u opiniones. Así que no demos nada por asegurado.

Y lo mismo que mi amigo, llevo cierto tiempo mosqueada con que la publicidad excluya a los hombres de ciertos terrenos. No nos vamos a meter con el caso de los lavavajillas y demás tejemenajes, por lo obvio y manido, no porque no lo merezcan: el terreno publicitario siempre ha pecado de conservador, en contraste con lo creativos que son en ocasiones a un nivel sin duda meramente estético.

Conviene resaltar, no obstante, que hay otros anuncios tanto o más divertidos que los de estos cereales y que sólo nos incluyen a las mujeres. No me voy a meter en el mundo de la menstruación ni de las pérdidas de orina. Asumo -a regañadientes y a regañamuelas– que la regla sea sólo asunto nuestro. Las pérdidas de orina, bueno, creo que hay algo por ahí llamado prostatitis que también se las trae. Los anuncios que me llaman la antención no son estos, pero no me voy a ir demasiado lejos. La mayoría de los anuncios extrañamente exclusivos de mujeres que no tienen que ver de manera descarada con la delgadez, tienen que ver, en lugar de con el inicial, con el extremo final de nuestro tracto alimentario.

Porque, señoras y señores, si la publicidad educara, ya habríamos aprendido que los hombres no tienen necesidad de renovar sus bífidus, ni su ingesta de fibra, ni, en resumidas cuentas, preocuparse en absoluto del funcionamiento regular de su intestino. Casi parecería que lo que comen se consumiera sin desperdicio en el interior su mismo cuerpo, agotado sin duda por su viril actividad. A excepción del glorioso José Coronado, claro. Por ende, deduciríamos con toda naturalidad que, al carecer de necesidad de excretar, y desde luego no tener problemas con ello, tampoco tengan ninguno que hayan de sufrir en silencio, excepto en el caso improbable de este mismo señor. Sí, por si alguien no lo ha entendido, con las hemorroides hemos topado. Jamás un remedio para ellas se ha visto anunciado por un macho. ¡Cosa tan denigrante iba a verse! Pero ya está explicado el porqué. Qué suerte, de verdad, no saben la suerte que tienen los chicos. Para mí la cumbre de esta clase de anuncios, el más desternillante, es aquel que muestra una chica que está en un viaje de lo más estresante, sin tiempo para nada ¡pero tenían la solución para lo suyo! ¡Un enema de viaje!

Una se queda sin palabras, ruborizada.

Por no hablar de que los lubricantes vaginales se anuncian sin pudor, mientras que los problemas de erección se anuncian en pareja (heterosexual, qué duda cabe). Podéis solucionar vuestros problemas de erección. ¿Pero esto qué es?

Hecho este ANÁL-isis, concluimos que, lo mismo que no tienen preocupaciones por su delgadez (que cosa tan poco masculina), aún no se puede tocar el culo de un chico. En público, quiero decir. Y que existe un enorme pudor y respeto en torno al hombre. No se puede hablar de él. De sus flaquezas. Mientras que de nosotras se airean todos los trapos, como si fuéramos peleles.

Igualdad de trato, por favor. Ya.

23 respuestas to “Anuncios para chicas”

  1. angostura Says:

    Dios mío, qué largo me ha quedado.

  2. Zanobbi Says:

    Larguísimo.
    No estoy de acuerdo.
    Yo he visto anuncios de chicos poniendo la lavadora, o el lavavajillas, petéticos.
    ¿En cuántos anuncios ahora salen estupendos tipos en bolas? Muchos (gracias a dios). Muchos anuncios que SÍ nos incitan a pensar lo blandos, gordos o calvos que estamos, arruinándonos el día.
    ¿En cuántos anuncios se denigra al macho o se utiliza su cuerpo sin que nadie diga nada?
    ¿Que sigue habiendo muchos más al respecto pero en tía? Claro. Pero, ¿se ha parado usía a pensar el por qué de todo esto? ¿Cuánta culpa tiene la hembra de estas actitudes? ¿Toda? ¿Casi toda? ¿Casi nada?
    La igualdad de trato será imposible porque, entre otras cosas, las chicas heterosexuales, en general, no la practican. Ni con ellas mismas.
    He dicho.
    Larguísimo también.

  3. Zanobbi Says:

    Nota: Esto no es tan simple. Necesita casi un tratado y no tengo tiempo. Ruego no se abalancen sobre mí.

  4. angostura Says:

    Sí, lo de los anuncios de chicos poniendo la lavadora lo había incluído, pero lo quité por acortar…

    Y sí, los anuncios os atacan. Al menos, lo vuestro es sólo por agravio comparativo.

    En cuanto a lo de quién es el culpable de que se nos trate así, claro que me he parado a pensarlo, demasiadas veces en mi vida. La primera vez que me pusieron a dieta tenía 7 años. Y era una niña muy reflexiva.

    En la gran parrafada que publiqué, creo que no he buscado culpables. Ni me he metido a analizar nada profundamente, porque habría ocupado muchísimo más. Y porque una es una superficialona. Y si es cierto que las hembras heterosexuales se dejan tratar así, será porque no se las educa para responder ni reaccionar de otra manera, ni prácticamente se les permite.

    El asunto es que quería hablar de que Hemoal se anuncia a través de mujeres. Y que a mí -tal vez, por ser un poco viril- me crispa un poco.

  5. Zanobbi Says:

    ¿Y quién educa a las hembras?
    ¿Tú tienes muchas relación con heterohembras?
    Yo ahí es donde encuentro explicación a casi todo.
    Yo me presto a anunciar Hemoal, aunque no lo necesite. Tengo un culillo hermosísimo.

  6. angostura Says:

    Bueno, pues ya que lo preguntas no me queda más remedio que utilizar la palabra: las educa el heteropatriarcado.

    Que conste que no quería.

    Y sí, la mayoría de las mujeres que conozco son heterosexuales, al menos oficialmente. Para mi disgusto.

    Quedas contratado para la próxima de hemoal!!!

  7. Zanobbi Says:

    Heteromatriarcado

  8. Doc Says:

    La cosa es simple, los tíos que aparecen en anuncios o son guapetones-macizos-etc y el anuncio busca enganche sexual, o son tipos tripudos-calvos-con gafas para ser ridiculizados por tías que saben llevar la casa como debe ser (como el Papa manda). Si ya a la gente no le gusta que les hablen de problemas de culos encima le ponen un tipo peludo y poco agraciado, las propias cadenas lo prohibirían.

    Ah, y los tíos solemos ir más «coronizados» en cuestiones digestivas que vosotras, según tengo entendido, así que los bifidus no nos son tan importantes. Además las mujeres hasta compran los gallumbos a sus parejas, cómo no van a comprar todo. El tío se dedica a empujar el carrito y callar.

    Qué duro es ser macho…

  9. angostura Says:

    Tres cosas voy a decir: a y b.

    a) Sois unos chicos muy respondones.

    b) Pese a eso, parece ser que os habéis leído la chapa infinita que escribí. Lo cual no es poco, precisamente. Una medalla a la fidelidad.

  10. angostura Says:

    Por lo demás, sí, querido Doc; además de estar mejor bífidusdotados, sobre todo a partir del 5º mes de embarazo, las mujeres tenemos mayor tendencia a desarrollar varices en el extremo final de nuestro sistema digestivo, también conocidas como almorranas. Lo cual no significa que los tíos no las padezcan, por cierto. Un poco como las lavadoras. Porque ahora me diréis que vosotros no ponéis lavadoras o compráis jabón. Habráse visto.

  11. angostura Says:

    Zan, no creo en el matriarcado. No ha existido jamás. Ni siquiera en su heteroforma. No sé a quién se le ocurrió esta falacia. De falo falaz deriva, esta palabra.

  12. Zanobbi Says:

    Brillante, pero equivocada.
    Beso tu frente.

  13. angostura Says:

    ¡¡Pero brillante!!

    Bien mirado, el mismo arroz lo es…

    Lo creas o no, creo que sé a qué te refieres en todo este tiempo. Y sé que necesitamos un tratado. O un cañeado.

    Todos (y de este todos, las hembras formamos parte) somos responsables, no creas que me desentiendo. Sin encambio, el origen sigue residiendo en el heteropatriarcado. Al que le siguen el juego muchas, claro que sí. Muchas víctimas ejercemos con sumo placer de verdugo, con mayor o menor grado de consciencia.

    El machismo es omnipresente. O.M.N.I. (¿Objeto Machacador No Identificado?)presente, ¡acabáramos!

    ¿Era esto en lo que disentíamos? Me pregunto, aun a riesgo de aburrirte. Y te beso back.

  14. Zanobbi Says:

    Nosotros no disentimos.
    Lo mío era pura envidia, por la brillantez.
    XX

  15. fanou Says:

    Ejem.
    No deberías generalizar. No deberías dar por sentado que las mujeres heterosexuales son todas el peor enemigo.
    Otro apunte, para que finalmente os merendéis mi internética persona: el matriarcado existe. El problema debe encontrarse en la definición de matriarcado, en lo decepcionante de lo que en realidad es.

  16. angostura Says:

    Supongo que no va por mí cuando dices que las heterosexuales no son el peor enemigo, ¡quiero que quede claro que no fui yo quien las atacó!

    Si el matriarcado existe, será una extrapolación del patriarcado a las figuras femeninas. Y eso no vale. O mejor dicho, se tratará de una hez. Un Bernardalbismo, no sé si me hago entender.

    No sé de dónde sales pero… ¡bienvenida seas, criatura crítica!

  17. Doc Says:

    Como decía la canción de Suburbano, sobre Maki Navaja, en la disidencia está el conocimiento o como dice aquí, «la disidencia nos trae el conocimiento» (tengo que buscar la original): http://gananciainfinita.blogspot.com/2009/10/la-disidencia-nos-trae-el-conocimiento.html
    Qué bueno lo de «Demasiado friki para la sociedad. Demasiado sociable para el mundo friki.»

  18. Zanobbi Says:

    Fanou, fue moi quien las atacó.
    Y sin querer generalizar, sin querer decir que las heterowomen son el peor enemigo, persistiré en mi batalla. Algún día.

  19. trakets Says:

    Como hembra heterosexual me doy por aludida, dios mío que fácil habláis en mi nombre.
    Cierto, cierto. Las mujeres heterosexuales escribimos los guiones de la sociedad. Nos gusta que se nos use como objetos, que me adelgacen y me engorden a su antojo. Come esto, compra aquello y elimínalo con la inestimable ayuda de micralax. Y es más, lo hacemos sólo por una razón: para provocar a las no heterosexuales.
    Ay por diosssss, pero qué os pasaba ese día?

    No suelo ser poseedora de La Verdad, pero en este caso, lo soy.
    – trakets dixit-

  20. lajone Says:

    Insisto en insistir en que no todos los que estamos aquí éramos de esa opinión. Besos.

  21. zanobbi Says:

    No, si al final toda la culpa será mía. Como siempre.

  22. x. Says:

    Como mujer, que no soy lesbiana, os digo: Chueca es monísimo.

  23. angostura Says:

    Háganselo mirar!!! Amb@s. Besos.


Deja un comentario